miércoles, 3 de mayo de 2017

La dualidad es un efecto de la mente

La dualidad es un efecto de la mente, ya que la mente es la función que atribuye adjetivos, características, debido a su capacidad de clasificar según las formas y cualidades que apreciamos por medio de los sentidos. Atribuye, otorga, da. Por eso se les dice "atributos", se refiere a lo atribuido, a lo dado. 

También vemos en forma dual nuestras experiencias, porque las clasificamos básicamente en dos polaridades, dos extremos. O me gusta o no me gusta. O es placentero o es doloroso, o es alegre o es triste. Acepto o no acepto, creo o no creo. Así, te mueves por la vida aceptando y rechazando, buscando unas cosas y descartando otras.

Otra manera de la dualidad es el tiempo. Pasado y futuro son dos polaridades que estimamos mentalmente. Lo que recordamos es pasado y lo que imaginamos es futuro. De nuevo, dualidad es un efecto de la mente, es decir, de la memoria y la imaginación.

Esta característica de poder memorizar una vivencia que ha sido recogida como agradable o desagradable, es lo que convierte a la vivencia en experiencia. ( POR ESO EL SUBCONCIENTE ES TAN DUAL) Y es en base a la comparación de experiencias que solemos movernos dual-mente, o lo que es lo mismo, mentalmente.

Queremos repetir las experiencias que catalogamos como agradables y rechazamos las que no nos gustaron. Eso es moverse en la dualidad a través del filtro de la mente. Esta situación nos hace estar pre-determinados, prejuiciados, acerca del acontecer, y es lo que suele impedir la apreciación , que siempre es inmediata y vive en el ahora. La vivencia es una pura sensibilidad, que puede ser filtrada muy rápidamente por nuestras previas conjeturas o puede ser simplemente como es, inmediata, íntima, propia, pero no propia del ego, sino propia del Ser.

Pero hasta nuestro concepto interior de felicidad es DUAL,Esto sucede porque creemos que carecemos de ella, creencia que sucede al instante de la aparición del sujeto, del yo separado. La felicidad parece ausente y es porque la suponemos bajo la forma de placer o satisfacción que será experimentado por la entidad viva, por mi forma, por mi ego, de manera que la búsqueda para encontrarla, el recorrido de la vida por el laberinto de la identidad que busca completarse, comienza desde el momento que adoptamos una personalidad, y proyectamos el cómo queremos ser o el cómo debe de ser la vida que hay que vivir. Visto asi. El éxito que concemos es dual, Así, vamos tras, ya sea contento por el mérito y el éxito, placer por la satisfacción de los sentidos, tranquilidad por la ausencia de carencias materiales o sicológicas, contento por el logro de una amistad, o de una buena relación, o por ser estimada y apreciada. Son estas cosas las que busco al estar olvidada de lo real, que es felicidad ya, lo real que es ser felicidad como mi propio ser esencial. 

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